Después de darle muchas vueltas a qué podíamos montar, nos decidimos por dos cosas. Una representación de París, pues pensamos que reunía todos los requisitos apropiados para una temática de bodas ( ciudad del amor, con su toque moderno a la vez que vintage, con encanto, con glamour...) en fín, un poco de todo.
Y por otro lado, un mini candy bar, más discreto y económico, pero igualmente coqueto para endulzar cualquier evento.
Escogimos tonos rojos, para no caer el clasico rosa y blanco, pues había que conquistar también a el novio y como estabamos cerca de la navidad, también quisimos recoger esa idea.
En fín, aquí os dejamos algunas fotos. Esperamos que os gusten!
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